lunes, 20 de abril de 2009

Alias Don Mario, recluido en cárcel de Cómbita


Éxito. La captura el miércoles pasado de ‘Don Mario’ es un gran golpe de la Fuerza Pública nacional, que contó con la colaboración de la DEA, a través de un avión plataforma de inteligencia.
Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, fue recluido en la cárcel de Cómbita en Boyacá. Así era el jefe narcoparamilitar capturado por la Policía esta semana. De nada le sirvió a alias Don Mario, el sigilo mítico con que manejó sus comunicaciones. Dicen que jamás tuvo un celular a menos de tres kilómetros de su escondite. Desde el miércoles pasado, el capo de capos de la nueva generación de narcos, estaba preso en un calabozo de la Dijín en Bogotá y apenas se comienza a revelar la verdadera dimensión del poder que manejó. Pese a llevar dos décadas al servicio del narcotráfico, ‘Don Mario’ sólo registra cinco órdenes de captura por homicidio y concierto para delinquir. El más grande narco del momento en el país tiene un prontuario más largo por este delito en Estados Unidos. Aunque tiene vigente un carné que lo acredita como desmovilizado de las AUC, no tendrá rebajas ni beneficios, y como le sucedió a sus antiguos jefes hace casi un año, por su pasado criminal será juzgado por una corte federal de los Estados Unidos, país que lo acusa de ingresar más de 500 toneladas de coca y que prepara su extradición. Los tentáculos de ‘Don Mario’ El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, acusa a ‘Don Mario’ de ser responsable de al menos 3.000 asesinatos en los últimos dos años. Una barbarie cuya extensión comprendió desde los Llanos Orientales hasta los caseríos indígenas de La Guajira, pasando por las sabanas de Córdoba y las selvas de Urabá. Este tenebroso personaje nació hace 45 años en Amalfi, Antioquia, y su niñez la vivió en la vereda Las Ánimas, donde su familia se refugió de la violencia. Allí, junto a sus 14 hermanos, conoció a otros ‘hermanos’ que le cambiarían el rumbo a su vida: los Castaño Gil. Fidel, Vicente y Carlos, también oriundos de Amalfi, quienes al igual que muchos otros jóvenes de la zona se enrolaron en las autodefensas para combatir a la guerrilla. Al finalizar los años 80, mientras que su hermano Fredy Rendón, alias ‘El Alemán’, se convertía en la punta de lanza de las AUC en el Chocó, ‘Don Mario’, seducido por Vicente Castaño y las grandes sumas del narcotráfico, apoyó la expansión del bloque Centauros, al mando de Miguel Arroyave, en los Llanos Orientales. ‘Don Mario’ fue el socio perfecto para Arroyave. De su mano el bloque creció hasta dominar los departamentos del Meta, Casanare, Guaviare y Arauca. Esta alianza extendió sus tentáculos hasta llegar a Bogotá, donde fundaron el bloque Capital. Una guerra a muerte contra las Autodefensas Campesinas del Casanare, ACC, lideradas por Héctor Buitrago, alias ‘Martín Llanos’, acabó con la malsana prosperidad. Sin embargo, tras asesinar al líder de las ACC, ‘Don Mario’ se catapultó a lo más alto del paramilitarismo. Doble faz Muchos años después, su cercanía con Vicente Castaño le permitió entrar en la repartición de franquicias de los ‘paras’, justo cuando el proceso de paz con el gobierno de Álvaro Uribe se cristalizaba. Corría el 2003 y a ‘Don Mario’ le fue asignada una doble misión: organizar los cuadros para la desmovilización, sin desactivar el negocio del narcotráfico, y regular la lucha de poderes que se desató entre los lugartenientes de las tropas. ‘Don Mario’ sólo se desmovilizaría en agosto de 2006, junto con su hermano ‘El Alemán’, aunque ahora las autoridades creen que todo fue un montaje y que siguiendo órdenes de la cúpula de las AUC, ellos se encargaron, junto con alias ‘H.H.’, de conservar las rutas del narcotráfico. Un par de años después, con el proceso de paz en crisis, fue quedando al descubierto la doble cara de los jefes paras. Eso aceleró el regreso a la clandestinidad de ‘Don Mario’, que de inmediato buscó a sus antiguos colaboradores para armarse. Pese a sus lazos con otro de los desertores del proceso, Pedro Oliverio Guerrero, alias ‘Cuchillo’, ‘Don Mario’ se ubicó en Urabá y se convirtió en el jefe de las nuevas bandas criminales que se extendieron desde el Chocó hasta La Guajira.
El capo está pidiendo una cita con el presidente Uribe para que lo nombren gestor de paz y a cambio, dice, promete desmovilizar de inmediato a 6.000 hombres en armas. Impuso su ley a sangre y fuego, incluso con sus anteriores socios en las AUC. Se volvió intratable, según testimonios recogidos por varios de sus colaboradores más cercanos, capturados en los últimos meses. Cuando sus hombres comenzaron a hablar se desató un gran escándalo, pues resultaron implicados el empresario antioqueño Juan Felipe Sierra y Guillermo León Valencia, ex director de Fiscalías de Medellín y hermano del ministro del Interior, Fabio Valencia. Fue justo en ese momento, cuando se evidenció el verdadero tamaño del poder corruptor de ‘Don Mario’, y por qué capturarlo se volvió una obsesión para el Gobierno Nacional. Las guerras de ‘Don Mario’ En su largo prontuario delictivo este capo acumula miles de crímenes, cometidos en diversas disputas internas por controlar el negocio de los narcóticos. Luego de la primera guerra a muerte con ‘Martín Llanos’, a ‘Don Mario’ le tocó enfrentar la más difícil y que terminó por debilitarlo. Hasta hace pocos días, la última de sus guerras protagonizaba un capítulo sangriento en las comunas de Medellín. Los hombres del extraditado jefe paramilitar Diego Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, organizados bajo las bandas de ‘Los Paisas’ y ‘La Oficina de Envigado’, eran sus enemigos. Por eso buscó alianzas con antiguos socios como alias ‘Cuchillo’ o, incluso, con reconocidos enemigos, como el bloque José María Córdoba de las Farc. Gracias a las gruesas sumas de dinero entregadas e este último, ‘Don Mario’ pudo fortalecerse en Urabá. Fueron las Farc quienes protegieron al capo en sus últimos instantes de libertad, eso quedó en evidencia pues el sitio donde fue capturado, Cerro Azul, está copado por la guerrilla. La alianza con las Farc implicaba también expandirse por fuera de Colombia. En su intención de refundar el paramilitarismo, había creado las Autodefensas Gaitanistas, que ya tienen doce frentes en todo el país. Comenzaron a aparecer en la frontera con Panamá, Venezuela y Ecuador. Estaban metiéndose muy fuerte por Nariño. Su plan se vio frustrado al ser capturado la semana pasada. Sin embargo, las autoridades saben que sus planes oscuros podrán ser retomados por quien quiera reemplazarlo. Enfermo crónico
Una faceta hasta ahora desconocido de alias ‘Don Mario’ se convirtió en su ‘talón de Aquiles’. Se trata de una fobia a las enfermedades.
Ese estado mental lo obligaba a buscar médicos para consultarles por cualquier anomalía que el capo pensara que tenía. Varias veces se expuso a ser capturado.
La última fue el fin de semana antes de caer preso, cuando bajó hasta una finca en el corregimiento El Tres, en Turbo, para un chequeo médico. En sus palabras "Existen 16 bandas criminales que aún nos faltan por desarticular, contando a ‘Los Rastrojos’, podemos decir que son 3.800 hombres que delinquen en Colombia”. "De los grandes capos del narcotráfico tres aún están libres: ‘Cuchillo’, ‘Loco Barrera’ y ‘Comba’. Yo diría que en menos de 120 días tendremos a ‘Cuchillo’ capturado”: Óscar Naranjo, director Policía Nacional.

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